Facebook es un tipo de CV de nuestra vida diaria donde cada cosa que hagamos queda registrada para decir mucho sobre cómo somos como personas. Pero si bien en esta plataforma no vamos a ser de las personas que publicamos barrabasada y media que pueda dañar la moral de los demás, sí algunas de las cosas que colgamos pueden ser del no agrado de otros y quedan registrado como “puntos en contra” para muchos de ellos. Ahora, pasemos este ejemplo al ámbito laboral. ¿Es recomendable agregar a tus compañeros de trabajo como amigos en Facebook?
Un artículo del portal Esquire nos da algunos consejos sobre esto en base a una pregunta que les fue enviada por un lector.
La pregunta dice así:
“Varios compañeros de trabajo han tratado de añadirme como su amigo en Facebook. En cierto modo me asusta. No quiero que mis compañeros de trabajo sepan de mi vida privada. No es que yo publique fotos escandalosas de mí mismo, pero aún así, siento que cruza una línea. ¿Qué debo hacer?”
Paul, Nueva York
La Respuesta (con varias opciones):
-Acéptelos como amigos y amigos con fuerza. Abra su vida. Deje que sus compañeros de trabajo crucen esa línea. Es un mundo nuevo y transparente, usted necesita dejar de preocuparse y abrace la nueva falta total de privacidad. Ojo, no hacer lo mismo con el jefe.
-Diga que no y sea honesto. Muchos indican que se debe tomar un enfoque maduro y decir a sus compañeros de trabajo la verdad. Uno podría negar esta invitación pero sí enviar una de LinkedIn. Otros aconsejan decir que usted no tiene amigos de trabajo en Facebook.
-Posición pasiva-agresiva. Diga que sí, pero luego los bloquea como amigos. O simplemente ignore su pedido aunque muchos se quedan esperando ver el ansiado “Friend Request Accepted”.
-Salga de su trabajo ahora. El simple hecho de que alguien se cuestione esta pregunta demuestra que no es digno de una promoción y que no es un líder.
-Abra dos cuentas. Publicar las cosas personales en una y las cosas generales en otra. Hacer grupos también es recomendable en estos casos.
La verdad del caso:
Papas y camotes no se deben de juntar para no invadir ni la una ni la otra así que hay cosas importantes que tus compañeros del ámbito laboral no necesitan saber. Y si bien decir las cosas siempre es lo mejor que uno puede hacer, muchas veces la verdad puede doler. Negarse a aceptar la invitación de alguien es para muchos como negarle la amistad en la vida real o un saludo. Si uno no quiere herir los sentimientos de nadie lo mejor es aceptar la invitación y restringirla del contenido que uno publica. Uno que sabe, tal vez en el futuro esas amistades fluyen y luego son ellos los que no nos quieren aceptar.