Si hablamos del tema con fondo, el terreno de los medios de comunicación social es aun territorio inexplorado y el haber tenido éxito con un par de jugadas no los convierten en expertos en este mundo donde todavía nada está dicho ni 100% establecido.
Es por ello que los clientes se lanzan en la aventura de llevar sus marcas a plataformas como Twitter, Facebook, Pinterest o LinkedIn y con poca experiencia lo hacen sin saber realmente qué tipo de terreno van a pisar. Pero no se les puede culpar de eso ya que hoy en día el 97% de las marcas utilizan los medios sociales para llegar a sus clientes, cifra que sirve como ejemplo del éxito que esto tiene.
Pero la cosa está en no solamente estar presente en este mundo. Es necesario crear una experiencia personalizada, relevante y agradable con tus clientes para que no sientan que están donde “otro más que ofrece lo mismo” y para que vean sus errores generar más error. Para no caer en ellos, Mashable nos presenta los siete pecados capitales que debemos evitar en el mudo del social marketing.
1. Sólo hablar
Para que nuestro contenido en medios sociales sea exitoso debemos “mostrar más y decir menos”. Los usuarios prefieren relacionarse con contenido visual y ejemplo de ello es que los tweets con enlaces a imágenes obtienen una tasa de participación del 200% por encima de los que sólo contienen texto.
2. Enfoque tradicional
Si aplicamos nuestra mentalidad de publicidad tradicional en las redes sociales estamos cometiendo un grave error. Son dos terrenos distintos. De hecho, una de las razones por las que han triunfado es porque su público consume información a través de ellas porque así evitan el bombardeo masivo de publicidad de los medios de comunicación tradicionales.
Es por esto que debemos evitar vendernos constantemente e intentar hacer sentir al público el centro de atención apelando a sus intereses.
3. No pensar antes de enviar un mensaje por Twitter
Nada escapa a las redes sociales y cualquier desliz puede convertirnos en el blanco de todas las críticas por lo que debemos pensar antes de tuitear.
Son muchos los ejemplos de marcas que han pensado que sus mensajes eran graciosos cuando resultaron ser ofensivos por no considerar su público objetivo, el momento y el contenido.
4. Pensar que todas las redes sociales son iguales
Cada red social actúa diferente. Van a un público determinado y este tiene un comportamiento propio que se rige en base a las reglas establecidas de cada red social. Usan cada una para propósitos distintos e interactúen de manera distinta. Es por ello que se les tiene que considerar por separado y hacer estrategias en base al consumidor según cada perfil para beneficiar la imagen de nuestra empresa y conseguir que lleguemos de manera más efectiva a los usuarios.
5. Silenciar a los clientes
Las redes sociales se han convertido en grandes foros y altavoces para los consumidores. No hay mayor error que obviar o censurar las críticas que recibimos por parte de los usuarios a través de ellas porque luego, como si fuera karma, se nos regresa con más fuerza. La mejor recomendación es aceptarlas y mostrar un interés claro en subsanarlas para así crear una mejor comunicación que no vaya a cobrarnos factura en el futuro.
6. Olvidarse de ser un ser humano
Las redes sociales están saturadas de empresas y marcas que como la nuestra intentan llegar a los clientes. Por eso no debemos olvidarnos de que somos personas que tratamos con personas y hay que diferenciarnos.
Las marcas que más triunfan en su comunicación son las que tratan a sus usuarios como a un amigo: o sea con respeto, diversión y siendo asertivo, para que así el otro sienta que habla con una persona y no con una institución a lo sargento o como alguien que se basa en un libro de preguntas y respuestas nomás.
7. No medir nuestras estrategias sociales
¿Para qué hacemos tanto esfuerzo en lanzar una campaña si luego no vamos a seguirla ni medirla? Del 88% de las marcas que utilizan los medios sociales para la comercialización, sólo el 37% dedica tiempo a medir el ROI. No basta con mirar el número de menciones y retuits sino que tenemos que tener otros indicadores que realmente nos digan cómo están funcionando nuestras campañas para saber qué errores no debemos cometer y cuáles son nuestras fortalezas que debemos incluso mejorar.
Para seguir con esta línea entre el bien y el mal publicitario, conozcamos una útil infografía con los 10 mandamientos que debemos considerar para diseñar un buen logo, traída por la gente de DesignMatic para saber cómo condensar en una sola imagen toda la información posible sobre nuestra empresa para que los clientes y consumidores puedan tener a primera vista un buen concepto de la compañía.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de diseñar un logo es que este debe ser simple para no distraer y ni confundir. Es recomendable cuidar el tono que utilizamos y no tenemos que utilizar demasiados colores. A su vez, el logo debe estar disponible en varios tamaños sin tener muchos tipo de tipografías, ya que no tienen efectos positivos. Además, tenemos que evitar que aparezca dentro de una caja o enmarcado, así como sobre fondos de colores que distraigan la atención. Por último, no debemos olvidar que estamos diseñando un icono que represente nuestra empresa, por lo que debemos ser claros concretos y claros a la hora de escoger el texto y las imágenes que lo acompañarán.