Son muchos los economistas y productores los que creen que el futuro del comercio está en el oeste del mundo. Y no nos referimos únicamente a China. Hablamos de mercados más pequeños que sin ofrecen un gran potencial para los productos no tradicionales. ¿Quiénes? Vietnam, Ghana, Estonia y Omán.
Según la Cámara de Comercio de Lima (CCL), estos mercados “boutique” han respondido de muy buena forma en cuanto a ventas sin tener mayor complicación por temas de tratados.
Por un lado tenemos a Vietnam, un mercado de más de 93 millones de personas, con un PBI per cápita de $4 mil, y que tiene una buena perspectiva de crecimiento, producto de las reformas adoptadas a raíz de su TLC con los EE.UU. ¿Qué les vendemos? Entre enero y agosto del 2014 principalmente carne de caballo, seguido por uvas frescas e hilados de pelo fino (fibra de alpaca o llama). Vale mencionar que con Vietnam se está negociando el Acuerdo Transpacífico (TPP).
En el 2013, Vietnam importó uvas por un monto de $92,1 millones, siendo China su mayor proveedor. Entre enero y agosto del 2014, Perú le ha vendido uvas por $1,5 millones. Esto quiere decir que nuestras uvas tienen todavía mucho por escalar. ¿Qué tanto? Según Scotiabank, al cierre del año la producción nacional de uvas será de 470 mil toneladas: un incremento de 8% comparado con el año anterior. Si esto se llega a dar como se predice, los envíos de la campaña octubre 2014-marzo 2015 podrían llegar a los $600 millones: un nuevo récord.
Otro de los protagonistas es Ghana, según Carlos Gonzales, representante de la Asociación de Exportadores (ÁDEX), gracias al petróleo y al gas natural. Junto a Tanzania, Mozambique, Etiopía, Uganda, Kenia, Sierra Leona y Somalia es que ha permitido crecer alrededor del 7% anualmente. Para aprovechar esto, empresas pesqueras peruanas han estado vendiendo jurel y caballa congelados y en conserva por un monto de casi $6 millones en los primeros 8 meses.
Según el director de la pesquera peruana TASA, Humberto Speziani, el mercado podría cubrir gran parte del continente africano ya que para el 2020 se estima que su clase media llegue a las 250 millones de personas, “quienes van a querer alimentarse bien y tendrán la capacidad para pagar por ello”, afirma.
Hablemos ahora de Estonia. Tiene 1,2 millones de habitantes con un PBI per cápita de $22,400. Entre enero y agosto de este año le compró al Perú cacao en grano por un valor de $1,4 millones, cifra aún muy pequeña si se considera que en el 2013 importó $115 millones de este mismo producto, principalmente desde Costa de Marfil y Ghana.
Ante esto, el ex presidente de la Asociación Peruana de Productores de Cacao (APPCacao), Rolando Herrera, indicó que “estas cifras revelan que hay mucho por explorar y aprovechar en este mercado, en el cual tenemos ventajas competitivas frente a la oferta africana, al tener mejor calidad. Es más, muchas empresas europeas de chocolate mezclan el cacao africano con el nuestro y tienen un mejor producto”
Por ultimo nos queda analizar Omán. Entre enero y agosto de este año se llegó a los $1,1 millones en montos de exportación no tradicionales, que si bien es una cifra aún pequeña, es un mercado que debe explorarse por tener una población de 3,2 millones de personas con un PBI per cápita de $29.800. ¿Qué vendemos allá? Leche evaporada del grupo Gloria. Según la CCL, las exportaciones de este producto entre enero y agosto fueron de $983 mil.
Fuentes de Gloria afirman que la expectativa es seguir creciendo en este mercado por tres razones. Uno: En Omán tienen como costumbre de consumir leche con té, lo cual asegura la demanda; dos: tienen por cliente a uno de los principales importadores y distribuidores en el país árabe, el cual lleva el producto a los “food services”, supermercados, pero sobre todo a los ‘tea shops’, luego de haber estado viajando 50 días por mar. Número tres y muy importante: confían en la calidad del producto.
Las importaciones de los países analizados evidencian que sí hay una demanda que puede ser atendida, tal vez no a gran escala, pero sí en nichos de mercado. Y para mejorar esto es necesario que exista un consejero comercial en esa misma región para que ayude a afinar la estrategia de ingreso. Actualmente el Perú tiene un consejero comercial en Sudáfrica que bien podría ver Ghana, tanto por la cercanía geográfica, como por la similitud de los mercados, pero en lugar de ello ha sido designado a atender Taiwán, que está en otro continente.