En abril de 1985, las ventas de Pepsi no paraban de aumentar y se convirtió en un grave problema para Coca-Cola. ¿La solución? Cambiar su fórmula para hacer con ello un verdadero infierno publicitario para la conocida marca. Por ello, 79 días después, tuvieron que dar marcha atrás.
Fue exactamente un 23 de abril de 1985 cuando nació “The New Coke”, una nueva Coca-Cola más dulce y más “amigable” que tenía como misión frenar el éxito de Pepsi y su campaña Generation Next. Pero este esfuerzo fue en vano ya que el público no lo aceptó de buena manera, convirtiendo este incidente en un hecho que marcaría para siempre no sólo la historia de esa marca, sino del marketing en general.
La fórmula de Coca-Cola fue creada en 1886 y usada desde entonces por 99 años hasta que decidieron cambiarla para ofrecer una nueva bebida para nuevas generaciones. Pero al público no le gustó y desde ahí se convirtió todo en un calvario para la marca.
En un posteo que Coca-Cola subió la semana pasada, la marca reconoce que aunque el proyecto fue un fracaso absoluto, hoy lo ven como una experiencia de aprendizaje y de riesgos que hay que tomar para crecer.
Indican también algo importante para toda marca: los lazos emocionales que tienen con sus consumidores. Y fue a partir de ese momento que la compañía comenzó a entender que la relación con Coca-Cola no es sólo el consumo, sino que tiene un lado emocional que mueve a las masas.
El 11 de julio de 1985, la fórmula tradicional de Coca-Cola volvió al mercado usando el nombre que hasta hoy la caracteriza. ¿Y qué pasó con The New Coke? Fue vendida junto con la Coca-Cola normal hasta que se agotó y desapareció en silencio sin dejar rastro.