Las quejas contra Coca-Cola como producto son infinitas y las demostraciones que se han hecho con la gaseosa para demostrar qué tan mala es, también. Pero muchas veces nos dejamos llevar por lo primero que vemos sin conocer la verdadera historia del asunto. Ejemplo de ello es la famosa foto del matador de toros Sánchez Vara, quien en el momento de la imagen estaba realizando lo que se conoce en el argot taurino como un “desplante” y no un acto de arrepentimiento que muchos atribuían a Álvaro Muñera.
Regresando a la gaseosa, Coca-Cola ha lanzado una campaña creado por la productora española Slyman Arts en donde tratan de hacer que la gente recapacite y que se den cuenta que su producto no es tan malo como muchos dicen. ¿Cómo lo hacen? Con un spot que muestra a un personaje que hace recordar al popular Hannibal Lecter con una mezcla de Hostel y Saw, y quien utiliza una Coca-Cola para torturar a un infortunado que seguramente se cruzó por su camino.
“Don’t believe in everything” (No te lo creas todo) nos muestra que la popular gaseosa no es en realidad tan mala como la pintan y que, para ser más exactos, no disuelve la carne como algunos indican. Ejemplo de ello es que la utilizan para esta sesión de tortura sin hacer ni un rasguño a la víctima. Ustedes dirán que cómo lo muestran es un tanto exagerado. Sí, tal vez. Pero las historias que dicen de Coca-Cola también lo son así que están devolviendo esta premisa de la misma manera.