La rapidez con que las noticias se propagan en Internet es algo de admirar, pero también es algo que puede jugar en contra de cualquiera de nosotros, sobre todo si el tipo de contenido afecta a alguien en particular. Peor aún, parece que el público no tiene consideración cuando se trata de la intimidad de otros, sin considerar cómo eso podría terminar.
Tiziana Cantone es un ejemplo de lo que estamos refiriendo, quien tuvo que afrontar un episodio de bullying cibernético que cada día fue creciendo de maneras no imaginadas. ¿Encontró justicia? No. Encontró la muerte, pues un cuadro depresivo la llevó a suicidarse en su casa de Nápoles.
El año pasado, Cantone descubrió que un vídeo íntimo suyo había sido colgado en Internet. Y si bien en el momento del acto ella sí estuvo de acuerdo con que sea filmado, ella nunca se imaginó que su expareja iba a ser quien divulgue este material que públicamente la humilló debido a que se viralizó entre varias páginas y cuantas de redes sociales.
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Muchas de las burlas partían de la frase “¿Stai facendo un video? Bravo” (¿Estás haciendo un vídeo? Bien hecho), en alusión a la pregunta que le hizo al chico con el que tuvo intimidad para asegurarse de todo iba a ser grabado. Esta frase se convirtió en memes, un grupo musical le dedicó una canción y hasta se estamparon polos que eran ofertados en la red.
Como se imaginarán, Cantone fue blanco de insultos y burlas por lo que cayó en una depresión. Para tratar de remediarlo, intentó cambiar de personalidad de forma legal y de irse a vivir a otra ciudad. Por si fuera poco, demandó a Google, YouTube, Yahoo! y Facebook, entre otras páginas web, exigiendo el derecho al olvido.
Tras todo lo sucedido, la Justicia italiana ordenó suprimir los vídeos y condenó a varios sitios que los habían difundido y que habían lucrado con ello. Sin embargo, considerando que Tiziana había consintió las grabaciones, fue condenada a pagar 20.000 euros a cinco páginas web. Fue esto el detonante que la llevó, el martes pasado, al suicidio. RIP.
“Mi sobrina ha sido asesinada por la web y por la indiferencia de muchos”, denunció una de las tías de Tiziana Cantone. Y tiene toda la razón. Ella estuvo de acuerdo a que esto quede registrado pero nunca accedió a que se divulgue ante el mundo entero ni a que otros lucren debido a ello. Y nadie tiene derecho a lastimar a una persona por esto.
A través del siguiente enlace conozcan la historia de una fotografía que se hizo muy conocida hace poco y cuya protagonista fue “crucificada” en las redes sociales. La verdad que había detrás de la imagen que le tomaron nos muestra que muchas veces contribuimos con el bullying online sin saberlo.
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