El principal requisito para ingresar a este restaurante es estar desnudo

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¿Alguna vez se han preguntado por qué nos resulta incómodo estar desnudos o por qué hay tanta controversia respecto a la desnudez? La desnudez es un estado natural, todos los animales nacemos desnudos, pero somos los únicos que nos cubrimos con “pieles” artificiales a las que denominamos ropa.

¿Entonces, a partir de qué momento el estar desnudo comenzó a ser considerado como algo negativo, desagradable, nocivo e inmoral? El Libro del Génesis nos habla del pecado original, responsable de que Adán y Eva –y, por consiguiente, todos sus descendientes- tuviesen que cubrir sus cuerpos y sintiesen vergüenza de estar desnudos.

The Bunyadi

Fuente: Dailymail

Quizá por eso, el cuerpo desnudo ha sido objeto de prohibición y de debate desde las antiguas a las modernas culturas de todo el mundo, en las cuales en algún momento se ha venerado la armonía del cuerpo despojado de ropas y el nudismo estaba relacionado a la espiritualidad. Otra teoría es que la vergüenza ante el desnudo está codificada en la mayoría de las sociedades para proteger a sus parejas del apareamiento.

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El pudor ante la desnudez no sería más que evitar enviar supuestas señales sexuales a alguien que no es tu pareja, por lo que se ha acordado tácitamente que es algo malo y si nos sentimos mal, dejamos de hacerlo a toda costa. Lo problemático de sentirnos avergonzados con nuestro cuerpo desnudo es que muchas veces no llegamos a conocernos bien ni a aceptarnos, genera culpa, miedos, entre otros conflictos.

The Bunyadi

Fuente: Viva Life Style and Travel

Lo contradictorio es que, la desnudez también ha servido para sexualizar a las mujeres; la industria y el mercado dan parámetros de cuál es el cuerpo que sí puede estar desnudo y es socialmente aceptado. Es por esto, que lo único que importa es que nos sintamos cómodos, ya sea sin ropa o cubiertas de pies a cabeza, pero esta comodidad debe ser el reflejo del amor por nosotros mismos y sin ningún tipo de prejuicios.

Existen muchos lugares públicos donde las personas van para sentirse libres de sus prendas y, tal vez, de ataduras emocionales, los más comunes son las playas. En México, están la playa del Secreto, en Guerrero; Punta Serena, en Jalisco; Yerbabuena, en Oaxaca, etc. En España practican el nudismo cerca de 2 millones de personas. ¿Pero se han imaginado cómo sería comer en un restaurante donde todos están desnudos?

Playa Zipolite – Oaxaca

Fuente: Renunciamos y viajamos

El restaurante The Bunyadi (término hindú que significa natural) abrió sus puertas el 10 de junio de 2016 y es el primer restaurante nudista de Londres, Reino Unido. Este local busca que sus comensales disfruten de una experiencia natural, que implica abstenerse al uso de luces eléctricas (por eso está ambientado con velas), alimentos con algún tratamiento químico, plásticos y metales, razón por la cual la vajilla está hecha de barro y los cubiertos son comestibles.

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Este local tiene una estricta política de no cámaras, teléfonos celulares o cualquier aparato electrónico, en parte, para proteger la privacidad de las personas que están desnudas y también porque va con su línea de brindarle a sus clientes la sensación más básica y natural. Pero, tranquilos, permanecer vestidos es opcional, el restaurante cuenta con dos áreas, una para los que quieren estar desnudos (o en túnicas) y otra para los que solo quieren saciar su curiosidad o probar sus propuestas gastronómicas.

Fuente: The Bunyadi

Fuente: Dailymail

Según Seb Lyall, el empresario detrás de The Bunyadi, con este novedoso proyecto espera ayudar a hacer frente a la cosificación del cuerpo y, quizás, inspirar a otros lugares, por lo menos, en el aspecto de que se deje de lado distracciones modernas, como los celulares. “La gente debe tener la oportunidad de disfrutar de una noche sin ningún tipo de “impurezas”. Sin productos químicos o artificiales, ni electricidad, ni gas, ni teléfonos y sin ropa si así lo desean. La idea es experimentar una verdadera liberación“, explica.

El menú de cinco platos que ofrece The Buyandi, para veganos y los “simples mortales” omnívoros, cuesta alrededor de US$ 100, no incluye bebidas, pero sí la bata y zapatillas. Si está dentro de tus posibilidades y deseas visitar este restaurante, no hay ningún problema, solo tienes que ponerte en la lista de espera y aguardar que atiendan antes a las más de 46 mil personas que ya hicieron su reserva.