Desarrollar la campaña de una marca sostenible y ecológica empleando técnicas y recursos que son poco respetuosos con el medio ambiente suena a algo incongruente que no se debería de dar.
Por ello, Biocoop, cooperativa francesa distribuidora de alimentos ecológicos, con el fin de difundir su actividad, ha llevado a cabo la que es, probablemente, la campaña más ecológica jamás antes vista. ¿A qué se debe ello? Por lo siguiente:
Para la realización de esta campaña creada por la agencia Fred & Farid de París, Biocoop retrocedió hasta el origen de la fotografía y captaron las imágenes con una cámara estenopeica. Y por supuesto que para las imágenes se utilizó papel vegetal y no fueron retocadas. De hecho, los logotipos y slóganes se hicieron a mano y con pintura ecológica.
Pero además, esta filosofía eco-friendly también alcanzó al propio sitio web de Biocoop. Por ello, para reducir la energía consumida por el portal online, optaron por generar su propia electricidad con la ayuda de una bicicleta conectada a una batería. La página web resultante fue, en conclusión, mucho menos pesada gracias a la eliminación de imágenes y otros elementos gráficos, y a que únicamente se emplearon caracteres y símbolos ASCII (en total, 3 MB).
Esta curiosa campaña produjo en total 5,9 toneladas de dióxido de carbono, monto que se considera casi tres veces menos de lo que se gastaría si esta misma campaña se hubiera realizado con técnicas convencionales.