Casamiento sin marido, la última excentricidad en Japón

El amor es una construcción humana sumamente compleja que posee una dimensión social y una cultural. Ambas dimensiones influyen, modelan y determinan nuestras relaciones eróticas y afectivas, así como nuestras metas y anhelos, nuestros gustos y nuestros sueños, con una base moral, de costumbres, creencias, cosmovisiones y necesidades de cada sociedad.

El concepto de amor, entonces, va cambiando con el tiempo y de acuerdo a cada espacio, y es por ello, que el deseo -en algunos casos, desesperado- que sienten muchas mujeres y hombres de contraer matrimonio parte, principalmente, de una construcción sociocultural del amor romántico, un término que nunca había tenido tanta importancia en la vida de las personas como en la actualidad.

Fuente: Columna Zero

Como la gente ya no tiene que preocuparse a diario por la supervivencia, gasta una gran cantidad de tiempo y energía en encontrar al amor de su vida. Nos buscamos en la universidad o en el trabajo, en los bares o discotecas, en las redes sociales. Consumimos películas románticas, de esas en las que los protagonistas lucen como modelos y son felices para siempre, y deseamos vivir una historia parecida.

Es así que, nos juntamos, nos separamos, nos olvidamos y seguimos soñando con esa relación ideal, que –seamos honestos- no existe una como tal, porque lo que aprendimos sobre cómo debe ser un hombre y una mujer, a través de toda esa ficción, no es más que eso, y de ahí vienen las decepciones. El soñar con casarse, incluso desde muy pequeñas, como una realización personal y como mujer, también forma parte de esa utopía emocional colectiva.

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Fuente: Ok Chicas 

No dudamos que hay muchas personas que se casan con ilusión y porque realmente así lo desean, y son capaces de mantener la felicidad junto a sus parejas. ¿Pero, qué sucede con aquellas mujeres que no consiguen cumplir su sueño de vestirse de blanco, de caminar hacia un altar, de tener una gran recepción con decenas de invitados y luego su respectiva luna de miel?

Lo que genera esta expansión del amor romántico es, por lo general, frustración y tristeza y, a veces, daña la autoestima. En Japón, una agencia de viajes aprovechó esta problemática y ofrece un paquete turístico, con servicio completo de dos días, para las mujeres que quieran cumplir su sueño de casarse, aun cuando no tienen pareja. La excéntrica propuesta causó furor en el país asiático y cada vez más personas se suman.

La idea se puso en marcha en 2014 por la agencia Cerca Travel, ubicada en Kioto, al sur de Japón. “Fue una suerte de respuesta a una demanda manifestada por una colega, que soñaba con tener su propio álbum de fotos vestida de novia, sin haber pasado por el altar. En apenas los primeros seis meses, más de 130 mujeres optaron por una boda a solas“, expresó la presidente de la compañía, Yukiki Inoue.

La iniciativa responde al nombre de “solo wedding” (casamiento en soledad) y ofrece varios paquetes diferentes. Aquellas interesadas pueden elegir entre celebrar una boda tradicional japonesa o apelar a las características clásicas de los casamientos “occidentales”: un vestido blanco con cola larga y un ramo de flores entre las manos.

Fuente: Daily Mail

Durante el primer día, la futura novia es acompañada por un profesional para elegir el vestido, las flores y la decoración. En el segundo, se realiza la sesión de peinado y maquillaje. Luego, se acude al emblemático Jardín de Shugakuin Kirara Sanso para la sesión de fotos y, aunque lo habitual es que la mujer aparezca sola, la agencia ofrece la opción de contar con alguien que haga el papel de novio, para dar mayor realismo.

La jornada finaliza con la fiesta y la noche de bodas en un hotel de lujo y el precio de este servicio oscila entre los 2.500 euros y los 3.150 euros. El perfil de las mujeres, que han adquirido el paquete, es heterogéneo. Entre ellas se encuentran las que no tienen interés por encontrar un esposo, pero deseosas de sentirse por un día como una novia tradicional; solteras con deseos de casarse; casadas que en su día no tuvieron la oportunidad de inmortalizar el momento en todo su esplendor, divorciadas, etc.

Fuente: Daily Mail

Para la psicóloga Beatriz Goldberg, el fenómeno está relacionado con la autoestima. “El casamiento es un fenómeno de individualismo máximo, donde se vive de apariencias. De hecho, mucha gente compra premios y títulos y no le interesa si se los felicita por logros reales o no; en este caso sucede eso. Uno aplaude y elogia algo irreal“, sostuvo.

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Pero, la presidenta de la compañía, Yukiki Inoue afirmó que la propuesta “intenta ayudar a que las mujeres se sientan mejor consigo mismas. A lo largo de todo el país, cada vez hay más gente viviendo sola y es bueno que puedan luchar contra su soledad con alternativas como esta“. ¿Y tú qué opinas, te animarías a tener una boda como esta?

Cabe mencionar que la abundancia de solteros es un síntoma más de la crisis demográfica que atraviesa Japón desde hace una década. Las tasas de natalidad se han visto afectadas debido a la caída de los índices de matrimonios convencionales y el freno de la llegada de inmigrantes, a causa de los exigentes controles de fronteras. Según datos gubernamentales, para 2060, Japón perdería un tercio de su población.

Fuente: Daily Star