La fotografía es un ámbito muy complejo, por el cual hace dudar siempre a los fotógrafos principiantes y que no tienen tanta cancha en el ámbito de los ángulos, formas, posiciones y en equipo.
Si se usa réflex, con espejo, compacta o profesional; cada una tiene su función y meta por el cual existe, tales como los lentes fotográficos. Hoy te compartiremos la experiencia con 2 lentes, uno el fijo y el otro el zoom. ¿Cuál crees que es el mejor y que se acomoda mejor al fotografiar?
Tal como su nombre lo dice, es un lente con una distancia focal fija, lo que este tipo de equipo tiene es un ángulo de visión establecido que no se puede cambiar (a menos que te muevas).
O sea que con él no podrás hacer que la imagen parezca más grande o más pequeña dentro del cuadro. La única manera de ampliar el tema y hacer que ocupe más espacio es acercándose físicamente a él, y si quieres que encaje en el marco tienes que acercarte a él. Su distancia es de 50 mm.
Un zoom, por otro lado, tiene una distancia focal variable. Al girar el anillo, mueve los elementos ópticos dentro del objetivo para obtener un ángulo de visión diferente. Esto significa que puedes hacer que los objetos parezcan más grandes girando el anillo del lente en una dirección, o ajuste más objetos en el cuadro girándolo en la dirección opuesta.
Tienen dos especificaciones que representan los dos extremos del rango del zoom, por ejemplo: 70-200 mm.
Algunos ejemplos son: Nikon 18-200 mm f / 3.5-5.6G VR II, Canon 16-35 mm f / 2.8L II, Sigma 70-200 mm f / 2.8.
Si todo estuviera a favor de las lentes principales, nadie usaría los zooms. A pesar de su peso y costo extra, son extremadamente populares y pueden ser muy cómodos de usar.
Hay varias áreas donde incluso las mejores equipos de distancia focal fija no tienen forma de vencer a un buen zoom.
No puedes elegir ni una ni otra, ya que eso dependerá únicamente de tu propósito final, de para qué tipo de fotografía la usarás. Ambos pueden tener grandes ventajas que te pueden ser en un momento, pero en otro no.
Pero recuerda que ninguno de los dos es malo, sino que cada uno tiene su función. La función de capturar, pero de distintas formas. Prueba con ambos y con el que te sientas más cómoda, puedes hacer la mayoría de tus fotografías, pero siempre va haber un momento que necesitarás del otro.
No dejes de lado a ninguna, explorando e intercambia tus lentes cada vez que sea necesario. Ahora sí puedes ir a capturar más fotografías.
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