Manejar la iluminación y conocer los ángulos en los que deben situarse, marcan la diferencia entre un retrato profesional y amateur. Pero esto no es tan difícil como parece. Existen configuraciones que son usadas por los fotógrafos desde ya un tiempo. Entre ellas están las 5 técnicas que te mostraremos a continuación.
La técnica de “brillo de los ojos”, es un elemento importante en la realización de sesiones fotográficas, pues ésta agrega un efecto especial en la mirada del modelo y le da un aspecto profesional al retrato.
Es posible obtener un buen catchlight en los ojos usando un reflector o una herramienta de modelado de luz para iluminar un poco a la persona.
Una característica de esta técnica, es el triángulo de luz en la parte sombreada de la cara que es visible entre la parte inferior de la cuenca del ojo, el pómulo y la nariz. Para crear este tipo de iluminación se necesita ubicar la fuente de luz hacia un lado del sujeto, en la parte superior de su rostro, aproximadamente 45 grados al lado de la persona y 45 grados sobre la cara.
Para realizar este efecto, se necesita que el ojo, la nariz y la mejilla tengan cierta prominencia, sin embargo no todos los rostros son compatibles para que esto funcione así que si la persona que va a fotografiar no cumple con estos requisitos, será mejor probar con otro y no forzarlo, pues la fotografía no tendrá el mismo impacto.
Lo correcto es que la iluminación divida el rostro como dos lados de la luna. Para un efecto dramático, la sombra de una mitad de la cara puede ser dura, aunque también puedes elegir que se mantenga suave para poder visibilizar rasgos mínimos.
Si utiliza una fuente puntual controle la distancia en la que se ubicará del sujeto para controlar los puntos destacados. Una softbox en cambio, ilumina de manera suave y agradable un lado de la cara y remarca la línea entre la parte clara y la oscura. Evita usar un paraguas o un plato de belleza, ya que estos terminan por iluminar completamente al sujeto.
Intente crear una línea recta justo al medio del rostro de su modelo colocando la luz a la altura de su cabeza a unos 90 grados hacia el costado.
Puedes ayudarte de banderas o reflectores para evitar el exceso que produce el estroboscopio y no caiga en el lado que no deseas.
Ésta técnica también conocida como iluminación mariposa, tiene como objetivo enfatizar los pómulos y a forma ovalada de un rostro, por ello no es recomendable tomarles este tipo de fotografías a personas de cara redonda.
Se debe iluminar al lado de la cara y en la parte superior del rostro en un ángulo aproximado de 45 grados para obtener buenos resultados.
Lleva este nombre por la sombra que se busca crear debajo y al costado de la nariz. Se puede realizar con un flash, lámpara de estudio, un paraguas o lo que tengas a la mano que pueda iluminar. Es una de las técnicas más usadas ya que muestra los rasgos favorecedores de una cara y casi elimina las arrugas e imperfecciones.
Para realizarlo necesitas ubicar la herramienta que usarás para iluminar, al lado del sujeto en un ángulo de 30 grados y un poco más arriba de la cabeza.
Para tener buenos acabados y todos los detalles queden perfectos, es recomendable usar una luz capilar. Una ventaja es que también ayuda a estilizar el rostro de la persona con la Iluminación de relleno y cabello.
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