Una subasta donde el arte se paga con emociones
La temática de una subasta consiste en que cada persona debe hacer una oferta que supere a la anterior para quedarse con el objeto subastado. En pocas palabras, si no hay dinero no hay nada. Pero parece que esto va cambiando.
Para hacer algo diferente donde se valora más el afecto de la persona que el grosor de su billetera, la gente de la cristalería Kosta Boda lanzaron una campaña donde las emociones de las personas reemplaza al dinero gracias a un sistema de sensores biométricos que median las reacciones emocionales del público cuando pujaban por los artículos. Con ello, el que más se conmovía por una de las obras de kosta Boda se la llevaba.
El total fueron más de 300 personas las que accedieron a esta forma de subasta para llevarse toda esta cristalería valuada en 25,000 coronas suecas ($3,500 aprox.), siendo así esta la primera en su tipo a nivel mundial.
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