Una imagen puede ser vista de varias maneras. Para algunos, esta puede tener un color, y para otros tiene otra tonalidad. Sin embargo, hay un motivo porque estas personas pueden ver la misma fotografía en varias tonalidades: la calibración de color.
La calibración de color puede ser diferente en varios dispositivos móviles. Esta puede hacer que en cada dispositivo la captura de edición, de prueba, de producciones, pueda varias los colores antes de que se pase la información o imagen a otro dispositivo. Por ello, si un dispositivo es calibrado puede tener mayor color. Además, puedes tener el mundo digital con más brillo y color.
Por ello, te mostramos cuales son algunos beneficios de la calibración de color:
Primero, debemos conocer que la calibración de color comienza en la cámara. En las cámaras hay controles de balance de blancos que ayuda a que la imagen obtenga los colores precisos. Así podremos tener los tonos más precisos de la luz del día, si está nublado, las sombras, colores fosforescentes, entre otros.
Hay que conocer que hay algunos factores que puede afectar el color verdadero de la imagen. Por ejemplo, se puede ver un vestido de novia que tiene una sombra muy desagradable como cuando se fotografía el césped. Además, el color blanco cambia con la luz. Así que lo recomendable es realizar el balance de blancos para ajustar la calibración de color.
Nuestro cerebro reconoce a los colores neutrales como tonos no muy intensos. Por ello, muchas veces, nuestro cerebro puede indicarnos el color de cierto objeto, pero en realidad es otro. En cambio, la cámara no piensa igual que nuestro cerebro y captura otros tonos. Por ello, es recomendable nuevamente usar el balance de blancos.
Exposición
El ISO, la velocidad de obturación y apertura debe tener un brillo entre 241-.248 para que haya un calibrado correcto. Ambos gráficos de referencia muestran un brillo diferente, y se han calibrado para que resalten esto. La mayoría de las imágenes de los fotógrafos son visualizadas en un monitor en la cámara fotográfica. El problema está en que el monitor no está calibrado. Así que podemos ver qué imagen tiene la exposición correcta.
Color digital
El brillo y la exposición crean un color digital. Hay que saber que los tonos en grises tiene un número: del 1 al 254 son tonos negros, y el 225 es un tono blanco. Por ejemplo, los sensores digitales registran estos tonos con tres colores primarios: R red, G Green y B blue y se conoce como RGB.
Estos valores funcional de la siguiente manera: R, G y B son iguales a 255. Por ejemplo, cuando se mezcla R y G, y ambos son 255 y lo juntan con B que es 0, da como resultado amarillo.
Como ya habíamos explicado, hay que saber calibrar el monitor de una cámara. A veces nuestro cerebro percibe otros colores, cuando en realidad, son otros tonos. Por ejemplo, el Spyder 5 de Datacolor puede ser una alternativa para calibrar un monitor. Así ya no tendremos imágenes con brillo alto o muy bajo. Por ello, la única manera que saber si la imagen tiene los verdaderos tonos es realizando la calibración de color.
En conclusión, la calibración de color en monitores es sumamente importante. Así puede resultar que se vea los colores verdaderos de la imagen, desde la salida en la web y de manera impresa. Así que cuando un monitor está calibrado.
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