Para poder hablar de qué es los balances de blancos, primero tenemos que entender qué es la temperatura de color. Este tema es de suma importancia, si queremos tener buenos resultados en nuestras fotografías. La mayoría de las cámaras digitales cuentan con la herramienta de balance de blancos o también la podrás encontrar como White balance. Para que entiendas un poco mejor su importancia, te pongo el siguiente ejemplo: ¿alguna vez te ha sucedido que has hecho una foto y al verla has visto que los tonos en ella eran totalmente diferentes a la realidad? Algunas veces más naranjas, azuladas o muy rojizas. Para que no vuelvas a pasar por esto, te explicaremos cómo hacer uso adecuado del balance de blancos.
Debemos saber que la temperatura de color, se mide a través de los grados Kelvin. El tono blanco o neutro está en los 5.500k que es como el brillo del mediodía. Las luces menores a ese valor, serán más amarillas y cuanto más bajen se irán poniendo más anaranjado, hasta finalmente llegar al rojo. La luz que pase los 5.500k será más azul y pasará por el azul marino, hasta llegar al blanco.
Así, la iluminación que tiene mucha temperatura dará como resultado colores más azulados y con valores mayores. A diferencia de la luces más suaves, que al tener menor cantidad de grados, te dará tonos más cálidos.
Por ejemplo, en el caso que esté fotografiando un cielo azulado, éste dará una cantidad de grados aproximada de 10.000 a 15.000k. Por el contrario, la fotografía de una vela, que tiene una luz más natural, será de 1000 a 2000k.
Es por este motivo que siempre que vayamos a tomar una fotografía, debemos tener en cuenta la luminosidad del ambiente que nos rodea. De esta manera, te será más fácil saber qué ajustes debes realizar.
Ahora que has entendido qué es la temperatura de color y cómo es que se mide, hablemos de cómo usar el balance de blancos.
El balance de blancos se ve afectado por la cantidad de luminosidad que haya al momento de capturar una foto. Por ejemplo, si tomamos una foto con iluminación de un fluorescente, ésta tendrá tonos más azulados.
Existen algunas cámaras con balance de blancos personalizados, como automático, nublado y otros más. Por otro lado, las cámaras digitales miden los espectros de luminosidad a través de los colores rojo, verde y azul (el ya conocido RGB), ya que así es como se refleja en el sensor. Por eso imagina que estás tomando una fotografía con una bombilla normal como fuente de luz. Ésta saldrá con un tono anaranjado, ya que el sensor no está captando el total de los espectros.
En el mundo fotográfico existen muchas fuentes de luz y basta con que una sea captada por el sensor para obtener una foto con colores que no se ajusten a la realidad. Si bien es cierto que el ojo humano se puede adaptar a los cambios de color, el dispositivo fotográfico necesita que se la configure de manera manual. De esta manera, podrás lograr colores más fieles.
Si lo que quieres es tener fotografías que le hagan justicia a los colores, debes tener en cuenta configurar la temperatura de color que hay en el ambiente, a través del balance de blancos de la cámara. A continuación, explicaremos algunos ajustes predeterminados que tienen las cámaras.
El modo automático, como su nombre lo dice, se ajusta a condiciones de luminosidad que hay en el ambiente. Este modo no es muy preciso, debido a que el sensor interpreta el tipo de luz que hay. Suele funcionar mejor con luces neutras. Sin embargo, con luces artificiales o con los tonos del atardecer puede fallar.
Este modo tungsteno es usado cuando se realiza fotos con lámpara de tungsteno. Esto se debe, a que la luz de estas lámparas es más naranja que la luz del día. Es por eso que debemos configurar la cámara. Así, lo compensará añadiendo el azul.
En la actualidad, el tungsteno está siendo remplazado por tecnología fluorescente. Este ajuste se usa cuando se está en ambientes iluminados por este tipo de luz. Con el modo fluorescente, lograremos imágenes más cálidas, ya que la temperatura de estas lámparas se encuentra entre los 4000 a 5000k.
Este modo predeterminado no siempre aparece en las cámaras. Esto se debe a que el sensor de la cámara debería captar todos los espectros de color que hay. Sobre todo, cuando se está ante la luz solar. Sin embargo, no siempre pasa. Por eso, si tienes la función modo luz de día, no dudes en usarla para capturar una buena imagen.
Se usa cuando realizamos capturas en el exterior, con el cielo cubierto en sombra. No siempre tendremos, un sol radiante es por eso que la mayoría de las cámaras tienen el modo nublado. Con esta función tomaremos fotos más cálidas, ya que aumenta la temperatura de los colores.
Se usa en condiciones donde no hay buena luminosidad. No olvides, que no solo tienes activar el flash, ya sea interno o externo. Sino que además, puedes usar esta configuración. El modo flash toma el balance de blanco usando como referencia el flash.
El modo sombra nos permite obtener tonos anaranjados. Esto se debe a que aumenta la temperatura del sujeto que está en la sombra al momento de fotografiarlo.
Hay una forma muy fácil de saber como hacer balance de blancos, si bien es cierto que las cámaras tienen ciertos predeterminados de balances de blancos, también podemos personalizarlos, usando una herramienta llamada tarjeta de grises. Esta función personalizada de las cámaras se realiza haciéndole una fotografía a una superficie blanca o gris neutro. Esto le permite al sensor determinar el blanco del ambiente, adecuando los colores en base al tono de referencia que le hemos mostrado.
La carta de grises te permite siempre cargar con un blanco, gris y neutro. Pero en caso no tengas una, puedes hacer uso de la función personalizada usando un folio o la pared blanca del lugar donde estés fotografiando.
Ya que sabemos qué es una tarjeta de grises para balance de blancos y para qué sirve, veamos los pasos a seguir para usarla y obtener colore precisos. No olvides mirar antes el manual de tu cámara. Así, sabrás cómo ponerla en función manual. Una vez programada, podrás empezar.
Primero debes colocar la tarjeta de grises frente a la cámara. Para mejores resultados, coloca la tarjeta donde el producto o el sujeto se encontrará.
En algunas cámaras digitales podrás encontrarlo como PRE. Lo que tienes que hacer es presionar el botón que tienen las siglas WB, luego giras el dial principal. Así, ya tendrás seleccionado el modo personalizado.
Te aparecerán la opción PRE parpadeando. Es ahí cuando la cámara se encuentra preparada para realizar la captura de la imagen neutra, que servirá como referencia, para obtener un balance de blancos perfecto.
Para obtener mejores resultados, puedes situar la tarjeta en el lugar donde se encontrará el sujeto o producto. De esta manera, te aseguras que la fuente de luz que se va a reflejar sea captada por el sensor.
Una vez realizada la captura, la cámara fotográfica tomará referencia del balance de blancos que ha realizado. Recuerda que puede que necesites realizar dos o tres pruebas, al menos hasta que te segures que capte el color de referencia de manera correcta. Existen cámaras que te permiten guardar más de un ajuste personalizado, así si usas a menudo la misma iluminación, podrás evitar los pasos anteriores.
Ahora que tienes guardado el ajuste predeterminado, podrás tomar la fotografía al sujeto o producto, obteniendo como resultado una imagen con los colores reales.
Todo dependerá de la fuente de luminosidad que tengas, y el resultado que desees obtener. Aunque, no debes preocuparte, ya que ambos métodos son efectivos en cuanto sacar el color adecuado de los objetos capturados. Lo único que debes hacer es aprender a sacarles provecho. En la actualidad, existen cámaras modernas que tienen su propia carta de grises en fotografía, la cual incorporada en su sistema. Así, cuando utilices el balance de blancos automático de la cámara, ésta buscará en la escena el tono gris medio. Dando así, el balance de blancos correcto.
Por ejemplo, si estás tomando una foto en un lugar con una iluminación tungsteno, la cámara sola añadirá tonos más azulados y fríos. Balanceando así los tonos creando un color gris neutro.
Para el caso de fotografía de producto, se busca que la temperatura de color sea exacta. Así que solo deberás asegurarte de que cualquiera de los dos métodos que utilices, te den como resultado el balance de blancos correcto.
El buen uso de la temperatura de los colores y la buena aplicación de la herramienta de balance de blancos es importante si de sacar fotos con colores correctos se trata. Si quieres profundizar más en este tema y conocer más acerca de cómo conseguir fotografías geniales, puedes inscribirte en el curso de fotografía y manejo de cámara.
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