La muerte de un niño de 2 años por un caimán la noche del pasado martes 14 de junio en Disney World, Orlando (Florida), ha desatado nuevamente la polémica sobre la convivencia, en un entorno cercano, entre nosotros los humanos y los animales salvajes. Y con salvaje, no nos referimos a agresivos, violentos, etc., sino a los animales que no han sido domesticados, incluso cuando viven en cautiverio, y a los que crecen en el campo o en la selva de manera natural y en libertad, sin intervención del hombre.
¿Qué fue lo que pasó en Disney? El menor de 2 años, Lane Graves, estaba con sus padres y su hermana de 4 años en la playa del Grand Floridian Resort and Spa de Disney, en el Lago Buena Vista. Según testigos, la niña estaba jugando a unos 20 o 30 metros del agua, mientras que Lane estaba caminando por la orilla de la laguna artificial Seven Seas, cuando un caimán lo atacó y lo arrastró hacia el agua. Los padres siguieron al animal, pero sus intentos por rescatar al pequeño no fueron suficientes y sufrieron algunas heridas.
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El miércoles por la tarde, las autoridades de Florida encontraron el cuerpo del niño, que fue hallado intacto y no muy lejos de donde ocurrió la tragedia. El cuerpo fue sometido a una autopsia y la causa de muerte -señala la Oficina Forense del condado de Orange– fue determinada como producto de un ahogamiento y de heridas traumáticas. Por su parte, el jefe de la policía, Jerry Demings, afirmó que en el lago hay avisos de “prohibido nadar” y que nadie más a parte del niño estaba en el agua en el momento del ataque.
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“El lago no es para uso recreacional, sobre todo por esa razón, de que hay caimanes. Esto es Florida, pero no se han registrado anteriormente hechos parecidos a este incidente en el área”, añadió. Sin embargo, aunque recuperaron el cuerpo del pequeño, no tienen todavía bajo resguardo al caimán que lo atacó y que mediría entre 1,5 y 2 metros, por lo que continúan con los peritajes para atrapar al animal y ponerlo bajo custodia.
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Este terrible suceso, uno más en Orlando, tras la matanza de 49 personas en Pulse, una discoteca gay, perpetrada por Omar Seddique Mateen, de 29 años, y el asesinato de la cantante Christina Grimmie (22 años) mientras firmaba autógrafos; es también un llamado de alerta a los padres que acuden a centros recreativos para que vigilen y cuiden más a sus niños, en especial, en lugares donde es posible encontrar a otros animales; aunque es válido recordar que nadie está libre de una desgracia.
Asimismo, las autoridades del establecimiento deberán asumir su responsabilidad, puesto que en la playa solo había carteles que decían “no nadar”, pero no advertían de la presencia de caimanes. Ante esto, la compañía informó que todas sus playas están cerradas y que están realizando una revisión de sus procesos y protocolos. “Esto incluye el número, ubicación y redacción de nuestras señalizaciones y advertencias”, agregó la vicepresidenta del resort Disney, Jacquee Wahler.
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Pero, para Matt Morgan, un conocido abogado de Orlando, la compañía podría ser denunciada por ocho cargos. “Esta familia puede presentar una demanda por muerte injusta en contra de WDW Corporation, si es que esta tenía conocimiento real de una condición peligrosa en sus locales. Fácilmente será un caso de ocho cifras, basado en el dolor y el sufrimiento de esos padres“. Morgan explicó que hubo factores de riesgo, como el ubicar reposeras y sillas en una zona a la que el caimán podía acceder y sin un cerco perimetral.
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¿Pero, por qué atacó el caimán a Lane Graves? Es de conocimiento que los caimanes, a diferencia de los cocodrilos, no suelen atacar a los humanos, a menos que se sientan amenazados. Según el biólogo, Joe Wasilewski, es probable que el animal haya visto al niño como una presa, ya que –de acuerdo al relato de sus padres- el hecho ocurrió cerca de las 10 de la noche, hora en que los caimanes suelen salir a buscar comida.
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“Lo peor que se puede hacer es meterse en el agua en cualquier lago o laguna en el estado de Florida pasando las 9 de la noche, especialmente en los meses cálidos como este. En Florida, hay una población de más de un millón de caimanes, quienes en temporadas secas suelen restringirse a lugares pequeños para alimentarse, pero en temporadas húmedas como esta, su zona de caza se amplía porque algunos lugares se inundan”, dijo el especialista.
Ron Magill, director de Comunicaciones del zoológico de Miami, explicó que en este caso pudo tratarse de una confusión. “Es muy raro que (los caimanes) ataquen a los seres humanos. Debe tratarse de un caimán confundido y (el niño) podía ser cualquier mamífero chiquito”, señaló. Mientras que el Servicio de Flora y Fauna Silvestre de Florida (FWC) comunicó que “estos ataques son poco frecuentes en Florida si se toma en consideración la cantidad de estos animales. Desde 1948, se han registrado 383 ataques, 23 de los cuales fueron fatales”.
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Los padres de Lane, Matt y Melissa Graves, naturales de Omaha, Nebraska, dijeron estar devastados por la pérdida de su hijo: “Estamos devastados y pedimos privacidad durante este momento extremadamente difícil”, se lee en el comunicado que difundió un amigo de la familia, en el cual también agradecen a las autoridades de Orlando por toda la ayuda brindada.
Cabe señalar que Nick Wiley, director ejecutivo de la Comisión de Conservación de la Vida Salvaje y Acuática de Florida, dijo que antes de que encontraran el cuerpo, funcionarios de parques capturaron y sacrificaron a cinco caimanes de la laguna para examinarlos en busca de restos del niño, pero no hallaron pruebas de que hubieran estado implicados en el incidente.
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Las críticas a los padres del pequeño no se hicieron esperar. Hay quienes aseguran que lo sucedido pudo evitarse o se preguntan por qué el niño estaba en un lugar con carteles de “prohibido nadar”, infiriendo en la falta de responsabilidad de Matt y Melissa, y recordando lo ocurrido con el gorila Harambee. Lo cierto es que ningún padre quiere ver a su hijo sufrir o morir, menos en este tipo de circunstancias, y que estas personas ya tienen bastante dolor con el que lidiar, y eso se debe respetar.
Sin embargo, es un importante hacer hincapié en lo que estas tragedias representan: una llamada de atención a todos los que estén a cargo de niños, quienes por su misma naturaleza son inquietos. Y también sirven para cuestionar nuestra relación con los demás animales, en busca de lograr un equilibrio para el bienestar de todos. Luego de leer toda esta información, ¿si es que hay un responsable quién sería?
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