Bomberos cumplen el último deseo de un guardabosque moribundo
Después de estar varios años postrado en una cama, este antiguo guardabosque quería oler y sentir las plantas del bosque por última vez.
Edward Reis era ingeniero industrial, amaba la naturaleza, pero por desgracia en el año 2008 su vida cambio para siempre. El hombre se enfermó de esclerosis múltiple y quedó postrado en una cama.
Ed no había salido al exterior desde que fue ingresado en el Hospital de Kirkland, en Whasington, a causa de esta terrible enfermedad. Pero en marzo, le pidió a al capellán Curt Huber que le dejase salir una última vez.
Es así que Curt se puso en contacto con los bomberos del Condado de Snohomish para que le ayuden a transportar la camilla del guardabosque por los caminos. El equipo decidió transportarlo en una ambulancia y escoltarla con un camión de bomberos.
Cuando llegaron al parque de “Meadowdale Beach” empujaron su camilla por todo el lugar para que Ed pudiera disfrutar del panorama. Fue capaz de oler el aire fresco, escuchar los sonidos de los pájaros cantando y el crujir de las hojas. Incluso le llevaron flores hasta su cara para que pudiera olerlas. El corazón de Reis estaba feliz una vez más. Era un hombre pleno.
“La gente suele pensar que trabajar en un hospital para enfermos terminales puede ser deprimente, pero esta historia demuestra la profundidad de las recompensas que trae cuidar a la gente que va a morir”, dice Curt Huber, amigo de Ed y portavoz del centro.
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