Amor a primer ¡purrr!

Todo empezó cuando la familia de Anna Hecimovic, quien vive en Småland, una provincia al sur de Suecia, se mudaron a una nueva casa. Para ese entonces, Anna solo tenía 5 años, y definitivamente no quería dejar su casa. Tras el gran cambio que afrontaba a su corta edad, su padre consiguió animarla y convencerla al decirle que adoptarían un gato.

 

Al llegar al centro de adopciones, entre tantos felinos, a su mamá le gustó un gato color naranja (sí, como Garfield) pero Anna vio a Missan y, literalmente, no pudo quitarle la vista de encima. Se enamoró de la pequeña bolita de pelos blanca.

 

 

 

 

Pero Missan era demasiado pequeña, por lo que tuvieron que esperar hasta que pudiera ser adoptada. Y claro que valió la pena. Actualmente han formado un gran lazo de amistad.

 

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Anna y Missan crecieron juntas y su amistad es totalmente especial: duermen juntas, celebran los cumpleaños de Misssan y hasta ésta la conforta cuando está triste. Sin duda es una gata muy especial. Y a eso se suma la peculiar característica de sus ojos, pues tiene pequeñas manchitas que asemejan a una galaxia.

 

 

 

 

Anna, quién actualmente tiene 21 años, está más que contenta, y como dice: “ella significa el mundo para mí. Tenemos un vínculo muy especial, amo a Missa y estoy muy feliz de haberla escogido”.

 

Hace poco, en Abril, celebraron su cumpleaños número 17, y todos esperamos que siga teniendo más años de vida. Sin duda, una de esas amistades que todos necesitan.

 

 

 

 

 

 

 

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Fuente: LoveMeow

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