Sorprendentes mini esculturas en lápices de Chain Chu Lee
Chain Chu Lee es un artista de Taiwán, experta en tallar lápices. Él ha llegado a dominar este arte de una manera impresionante. Comenzó a hacer figuras en miniatura, con cañas de bambú, para sus hijos, pero desde octubre del 2010 ha estado tallando lápices.
Desde que empezó con este arte en miniatura, el artista ha compartido fotografías de sus obras en sus redes sociales. Su cuenta de Instagram tiene más de 53.000 seguidores. Además, en una cuenta de Youtube comparte vídeos del proceso de creación; desde el trozo de lápiz, hasta la creación de impresionantes lugares y símbolos de las culturas de otros países.
Su mayor inspiración ha sido otro artista brasileño llamado Dalton Ghetti y también objetos cotidianos de su día a día. Este ingeniero de Taiwán, a lo largo de estos años, ha creado una colección de esculturas casi minúsculas, tallándolas en las puntas de los lápices.
Aunque Chien Chu Lee utiliza lápices normales para hacer estas tallas, el resultado es cualquier cosa menos ordinaria. En cada trabajo, siempre trata de dar lo mejor y retarse a sí mismo. Este artista, sin duda, se empuja más allá de sus límites y logra crear esculturas más allá de su imaginación.
Entre las obras de arte que realiza, están importantes monumentos y otros objetos curiosos. El ADN, flores, objetos, cámaras fotográficas, etc. Entres los personajes y monumentos, Chien Chu Lee ha recreado a Buzz Lightyear, E.T y Batman. Y en cuanto a los monumentos, ha realizado réplicas casi exactas de los puentes de Al Arab en Dubai y la Gran Muralla China.
Lee se considera a sí mismo como un hombre que ha aprendido a ser muy paciente y poseedor de una mano muy firme, lo cual no es muy difícil de percibir una vez que nos fijamos en sus creaciones. Su pieza más estrecha de trabajo es el alfabeto inglés ¡en un lápiz de mina de 0,5 mm!
Pareciera que Chien Chu Leen no tiene límites al momento de tallar una escultura en lápices. Aunque, definitivamente, le tome horas terminar solamente uno. Su paciencia y dedicación superan a la de un monje. Y que, por cierto, ha logrado tallar una mano rezando, simbolizando a Buddha.