Un festival en Japón donde el riesgo está presente en cada paso
Una extraña y peligrosa tradición en Japón, llena de euforia, ansiedad y angustia a los miles de expectantes que son parte del “paseo de madera”.
Cada seis años, a 120 millas de Tokyo, empezando el mes de abril, ya sea en el año del mono o el año del tigre, miles de feligreses de la fe Shino, se reúnen para llevar a cabo esta, extraña y muy riesgosa, tradición.
Fuente: Mashable
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Siendo espectadores de las extrañas tradiciones y costumbres japonesas, no debería resultar de asombro este tipo de actividad, sin embargo, lo es; ya que esto podría llevar a la muerte a cualquiera que lo practique.
El “paseo de madera” consiste en elegir un árbol, de preferencia de 150 años o más. Son realmente enormes, pueden pesar hasta 10 toneladas y medir más de 50 metros.
Fuente: Mashable
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Despojan al árbol de la corteza y ramas, insertando 16 troncos de árbol al, valga la redundancia, árbol de 150 años, en otra posición de forma que sirve de ayuda para jalar el árbol, luego colocan una serie de cuerdas realmente enormes y resistentes que les permite llevar el árbol con un poco menos de dificultad, si es que se puede considerar.
El traslado del árbol demora alrededor de 3 días y recorre distancia de hasta 6 millas, y aquí viene la parte interesante del asunto.
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Una vez que los arriesgados leñadores llegan a una colina empinada, se debe encontrar la forma de bajar por dicha colina con semejante tronco; y que mejor forma que deslizándolo colina abajo, cual tobogán de recreo de niños.
Y aquí empieza la acción. ¿Puede imaginarse un tronco ENORME deslizándose por una colina que no tiene de altura ni la mitad de dicho tronco?, pues no lo haga, mejor vea las imágenes.
Este acto puede resultar abrumador para los espectadores, pero no es así. Una vez que los leñadores logran inclinar el tronco para que este pueda deslizarse, piden ayuda a los feligreses reunidos para poder empujar el tronco hacia abajo. Para suerte de los pobladores, la primera colina siempre es bastante pequeña. Sin embargo, en dicho acto se puede observar a más de 40 personas subidas en cada tronco “pequeño” que sobresale del más grande deslizándose en una velocidad creciente.
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Siguiendo con el recorrido del tronco una vez abajo, se llega a otra colina en Shimosha, la cual es mucho más pronunciada, y se repite la misma secuencia. Sin embargo, en esta parte se le agrega un poco de emoción, ya que al ser una colina más pronunciada, uno que otro leñador sale volando por algún lugar.
Cabe recalcar que al iniciar el recorrido, estos troncos que sobresalen del más grande llevan una serie de adornos coloridos los cuales le dan un toque de alegría a dicha tradición (que no deja de ser extraña).
Fuente: Mashable
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Aunque no lo crean, la persona que se encuentra en frente, es decir, liderando el tronco, se le considera una persona privilegiada por muchos de los ancianos.
En las fotografías se puede apreciar como todo este acto ceremonial viene acompañado de risas, danzas y mucha alegría, sin embargo y antes que lo piensen, todas las personas que jalan el tronco están por completo sobrias. Claro, porque la seguridad es primero ¿verdad?
Fuente: Mashable
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Conoce en el siguiente enlace cómo un grupo de viudas decidió romper con la tradición para participar en el colorido Festival de Holi.