A este perro lo dieron por muerto pero se aferró a la vida y hoy tiene una segunda oportunidad
Cuando decimos que “lo dieron por muerto” es en sentido literal. Este inocente perro que luego fue llamado Patrick fue hallado en un basurero envuelto en bolsas cuando aún le quedaban algunos suspiros de vida.
El superintendente de un edificio en Newark, New Jersey; pudo hallarlo, el 16 de marzo del 2011, unos segundos antes que fuera aplastado en un camión de basura, tras percibirlo temblando. Definitivamente Patrick no estaba muerto, sin embargo, ya se encontraba en la basura.
Según investigaciones de Los Ángeles Times, fue Kisha Curtis de 27 años, su ex dueña, quien dejó atado a este perro durante una semana sin comida ni agua. Pese a ello, nunca se supo quién fue quien lo tiró a la basura.
Por suerte, la persona que lo halló actuó de inmediato y llevó a Patrick con un grupo de personas quienes se encargaron de cuidarlo hasta que fue llevado a una veterinaria en donde lograron salvarle la vida por medio de intravenosa.
Según el equipo de ayuda, Patrick tenía la temperatura tan baja que ni siquiera aparecía en el termómetro. Realmente fue un milagro que este inocente perro sobreviviera a tal maltrato.
El nombre Patrick se lo otorgaron en conmemoración al día de San Patricio, es decir, el mismo día que fue encontrado.
El equipo de rescate no pensó que Patrick sobreviviría un día más, sin embargo, Patrick demostró que estaba dispuesto a recibir la segunda oportunidad que la vida le estaba ofreciendo.
Patrick pesaba sólo 9 kilos cuando fue encontrado y apenas podía vivir. Hoy se encuentra mucho mejor. Recuperó peso ya que en el hospital veterinario Garden State pudieron quitarle una bola de pelos que tenía en el estómago para poder alimentarlo normalmente.
La recuperación de Patrick duró algunos meses, pues devolverlo a la vida no fue para nada fácil, pero se logró. Gracias a los voluntarios quienes le dieron el cariño, atención y los cuidados que necesitaba.
Patrick es un perro fuerte y sano ahora, pesa 22 kilos, juega, come y vive como un perro normal. Sin duda, es una historia increíble y un ejemplo de vida animal. Sin embargo, a la vez se transforma en una alerta más de la inconciencia del ser humano hacia la vida animal.
La falta de respeto por otras especies y la crueldad que puede caber en una sola persona para intentar terminar de esta forma con la vida de un animal indefenso.
Patrick continúa con algunos temores por las personas que desconoce pero, poco a poco, recupera la confianza y tranquilidad que se le fue arrebatada. Además, fue adoptado por Patricia Smillie– Scavelli, la administradora de la clínica veterinaria donde fue tratado y curado.
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