Una historia de amor que reta a la ciencia y las posibilidades

Es cierto que cuando una pareja se debe separar por situaciones del destino y la vida, más no por su propia voluntad, son capaces de cualquier cosa, siempre y cuando haya amor verdadero.

 

Al parecer, para Kim Suozzi y su novio Josh Shisler este fue el caso. Ella tenía solo 23 años cuando murió por cáncer cerebral. Él, con 24 años decidió junto a Kim, antes de morir, que harían algo para que tal vez en un futuro puedan reencontrarse en esta vida y continuar su camino.

 

una-historia-de-amor-que-reta-a-la-ciencia-y-las-posibilidades-05Kim Suozzi

 

Todos sabemos que la muerte no tiene solución, que nadie asegura que la reencarnación o algo parecido realmente ocurran, pero el amor mantuvo la fe en esta pareja y pensaron en que la posibilidad de congelar el cerebro de Kim sería la solución a esta separación en contra de su voluntad que la vida les otorgaba.

 

Sí, parece algo loco y totalmente fuera de lugar, pero aunque suene muy difícil de creer, las posibilidades de que esto ocurra no son inexistentes. El primer paso fue que el cerebro de Kim se guarde en un lugar con temperaturas bajo cero capaz de congelarlo.

 

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Luego, con la esperanza de que la ciencia, tecnología e investigaciones científicas avancen en unos años, tal vez se puedan convertir las neuronas de Kim en códigos digitales. De esta manera, ella podría regresar a la vida aunque sea de una manera digital y conservar sus recuerdos.

 

Este tipo de conservación se conoce como “criónica”, y las posibilidades de que esto ocurra es de 1% o 2%. Kim sabía esto, pero las ganas de volver a este mundo la mantenían esperanzada.

 

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El pronóstico de cáncer cerebral coincidió con el lanzamiento de una campaña que inició el The New York Times que abarcaba la comprensión del cerebro. Ahí nació el sueño de la joven y su novio por poder encontrarse en un futuro. Al parecer su sueño está muy lejano, pero no tanto.

 

Lo cierto es que Kim sabía que estaba muriendo y la mínima posibilidad de que ella pueda regresar a la vida en 50 años y reencontrarse con quien amaba tanto era suficiente para mantener ese granito de esperanza.

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Los doctores no aseguraban ninguna posibilidad, pero aseguraron que los estudios para tal experimento continuarían. En la actualidad, todavía no se puede hacer. Curar un cerebro con cáncer y regresarlo a la vida parece un extraño ideal de réplica de la película de Frankenstein pero, tal vez algún día sea realidad.  

 

Antes de morir, Kim dijo que “de ser posible, sería algo increíble”. 

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