El pueblo de “Giethoorn”, directo desde un cuento de hadas
Dicen que es como visitar un cuento de hadas, llena de cabañas hermosas y antiguas, rodeadas de jardines enormes y pequeños puentes que te permitan cruzar de un lado a otro.
El pueblo de Giethoorn está situado en Holanda y es conocida como “La Venecia del norte” o “La Venecia de los países bajos”. Este apelativo es debido a las características del lugar, pues las hermosas casas están construidas sobre islas que flotan una frente a otra y los múltiples puentes (176 para ser exactos) son el primer medio de transporte para los habitantes.
Este lugar recibe muchísimo turistas anualmente, además de las visitas a sus museos y demás lugares y actividades recreativas que son bastante llamativas y atraen a la curiosidad.
Una de las características más resaltantes de este lugar, es que la gente acostumbra trasladarse en bote, como es obvio, los carros están prohibidos. Es por eso que utilizan “botes silenciosos”, estos botecillos se caracterizan por no hacer ruido, en lo absoluto, ya que utilizan motores especiales.
Este lugar es conocido por ser bastante tranquilo y pacífico. Se dice que a duras penas se es posible escuchar el graznido de algún pato o el cantar de algún ave que se pasee por ahí; claro, todo esto cuando no está repleto de turistas. Y, ¿a quién no le gustaría pasear y echarse a reír con la familia o amigos en un paseo por bote en un lugar tan hermoso?
Son 2 mil 620 personas las afortunadas de vivir en estas “páginas de cuento” de Giethoorm.
En las fotografías se puede observar los hermosos y coloridos jardines alumbrados por el impactante sol. Sin embargo, en cada estación se torna diferente sin dejar de ser hermoso.
En otoño se puede observar como las hojas naranjas y perfectas caen a los canales de agua y el cielo se va tornando a un amarillo más pacífico. Al llegar el invierno, suele ser bastante frío, sí, las estaciones son muy marcadas en este lugar; pero todas traen un beneficio diferente.
En invierno, los canales de agua se congelan, lo que recrea una pista de patinaje llena de niños, turistas y adultos que se dirigen a sus destinos de una forma bastante divertida; Olvidándose de los silenciosos botes por una cierta temporada.
En los grandes jardines que rodean las casas, existen veredas y una que otra banca de parque en donde las personas se sientan a disfrutar del paisaje que un lugar hermoso como este puede ofrecer.
En el lugar no solo encuentras un llamativo paisaje, sino también museos y una serie de actividades culturales perfectas para compartir.
En el museo puedes enterarte de la historia de este lugar, de la vida y los trabajadores que existieron hace más de 100 años. Además, encontrarás una exhibición de carros y bicicletas antiguas, piedras preciosas y demás elementos que pertenecen al pasado e historia del lugar.
Los encargados de estos centros culturales realizan diversas exhibiciones de arte y actividades para niños. Además de cada atracción natural que trae consigo alguna estación del año.
Y habiendo mencionado la palabra “arte”, este lugar ha servido de inspiración a muchos artistas que llegaron hasta allí para hacer a Giethoorn parte de sus obras como es el caso de Cornel Vreedenburgh. Hubo alguno que decidió quedarse a vivir en este lugar como lo hizo Piet Zwiers. Además hubo un artista muy conocido en los países bajos llamado Hendrick Broer, quien nació en el mismo Giethoorms.
Si alguna vez, por casualidades del destino, te animas a visitar este bello paraíso salido de un cuento de hadas; puedes tener la seguridad que estrás viviendo un sueño; por lo que vemos en fotografía; no podrías resistirte.