Este padre fue abandonado por tener una enfermedad y se ha convertido en un ejemplo de persona
Ante una situación difícil, las personas solo tienen dos opciones: luchar o dejarse derrotar. Este padre con síndrome de asperger, a pesar de las dificultades optó por la primera y ha demostrado a más de uno que no existen las excusas, convirtiéndose en un gran ejemplo de persona.
La historia de este joven, fue compartida en la red social Facebook “Love What Matters“. Pero, ¿Qué es asperger? es un trastorno mental que afecta la interacción que tiene la persona con los demás, quien lo padece no tiene una apariencia fuera de lo normal pero en cuanto a su manera de razonar o pensar puede llegar a ser muy hiperrealista.
Esta padre estadounidense, fue abandonado por su amigo que decidió estar con quien era su mejor amigo, dejándolo solo con la bebé. Incluso sus padres le aconsejaron poner a la niña en adopción, pero al final él tomó la mejor decisión de todas.
“Saben, toda mi vida he luchado contra la emoción, amistades, relaciones, expresiones faciales; y como a muchos con Asperger, aunque estas cosas están presentes en nuestras vidas, la realidad es que no son fáciles de entender o desarrollar. Mi hija Faith cambió mi vida, fue la primera y única vez que entendí qué era el amor. Recuerdo el embarazo, ella era sólo un bulto en el cuerpo de mi novia, sólo eso y nada más. Y tú pensarás que soy frío al decir eso. Pero cómo dice el dicho: ‘Si un árbol se cae en el bosque, ¿hace ruido?’. Bueno yo no veía bebé, la verdad estaba más preocupado acerca de los cambios en mi rutina de siempre que en lo pronto que Faith llegaría a mi vida.
Así que empezaron las compras de cosas para el bebé: ‘ropa para el bulto, y una cuna’, decía yo. A veces yo la trataba de imaginar, y a pesar de que se supone que mi condición me hace una persona con mayor capacidad de imaginación que el resto, la verdad es que yo no tenía suerte ni podía imaginarme a mi hija. Vi sólo mi vida en espiral fuera de control, como si tu marca de papas fritas favoritas sabor a sal y vinagre cambiara de color de empaque de azul a verde. Así de grande era el shock en el que estaba.
Cuando llegó el día, cuando las contracciones comenzaron, yo ya me sentía preparado para el ‘bulto’, así que agarramos el bolso que habíamos preparado antes para tomar rumbo hacia el hospital. ¡Estaba llegando! Y yo sería un padre. Y después de un gran silencio, la enfermera reveló debajo de una cobija ensangrentada algo que cambiaría mi vida. Ahí estaba el bebé, y parecía como si en cámara lenta ya nada más existiera. Al cargarla, toda negatividad abandonó mi cuerpo”.
“¡Era papá! Era el hombre más orgulloso de la tierra. Poco tiempo después, quizá un mes, me enteré de que Hannah, mi novia, me estaba dejando por mi entonces ‘mejor amigo’, y dejaría a Faith conmigo. Fue duro, no sabía qué hacer. Mi princesa Faith sola con un idiota (yo). ¡Odiaba quién era y lo que tenía! Y mis padres me dijeron que la entregara en adopción. La cosa más tierna que me han dicho. Así que echado yo en el sillón, sin más que a Faith en mis brazos, ella me miró a los ojos y tomó mi dedo, ahí lo entendí y sólo me quedó responderle: ‘nunca te dejaré ir’.
Dejé mis dos trabajos al día siguiente, apliqué solicitud para obtener apoyo del gobierno. Iba a hacerlo, eramos Faith y yo contra el mundo. Y aunque fue duro, lo hicimos. Preguntarme qué es lo que se siente ser un hombre con síndrome de Asperger y criar a una niña es probablemente la cosa más difíciles que haya experimentado en toda mi vida. Los llantos eran insoportables, pues mis problemas sensoriales estaban siempre al límite, mi depresión empeoraba, ni dormía ni comía, sólo cuidaba de mi niña”.
“Había momentos en que gritaba después de llevarla a dormir. Me encerraba en el baño y lloraba vestido en la tina hasta quedarme dormido. Nosotros con Asperger necesitamos un descanso, yo no tenía apoyo ni refugio seguro. Faith estaba ahí cuando dormía y cuando despertaba, e incluso hasta al baño me seguía. Pero usé la mejor arma de los Asperger: la lógica. Y como los bebés aman la rutina, puse las horas de comida, baño, una historia antes de dormir y ‘buenas noches papito’. Así que con el tiempo todo se volvió más fácil.
Ahora sé peinarla, vestirla de forma linda, y hasta vamos de compras juntos. Ella me habla acerca de sus miedos y lo que le gusta. Quizá nunca sea el papá perfecto, pero he tratado y la amo verdaderamente con cada fibra de mi ser, y sé que ella a mí también. Faith me enseñó sobre amor incondicional. Ella dependerá de mí para siempre. Eso es mucho tiempo, así que recuperé mis trabajos, fui a la universidad mientras ella estaba en la guardería. Y así fue como las cosas simplemente mejoraron para nosotros”.
Sin duda, su historia es un gran ejemplo de sacrificio y superación de obstáculos. Y ha servido de inspiración para muchas personas, quienes lejos de pensar en él como una persona con una enfermedad mental, creen genuinamente que es uno de los mejores padres que puede haber.
No queda dudas que el amor paternal puede no tener límites, pero llega un momento en el que a los hijos les toca retribuir con ello, como el caso del siguiente link Este padre con Alzheimer vuelve a ser él mismo cuando canta con su hijo.