Bailarina con un hiyab nos muestra cómo esta danza y la cultura pueden emerger

Desde pequeña, Stephanie Kurlow encontró en el ballet una de sus grandes pasiones. Lamentablemente, su sueño estuvo por terminar cuando no encontraba alguna escuela que estuviera de acuerdo o que aceptara que usara su hiyab.

 

Stephanie obtuvo su primer tutú cuando tenía a penas dos años; tiempo después, a los 9 años, cuando se convirtió al islamismo, empezó a usar su primer hiyab sin saber que esto podría interferir con su gran sueño de ser bailarina de ballet.

 

Cuando ningún estudio o escuela de ballet la aceptó, Kurlow no se quedó con los brazos cruzados, entre las ideas que se le ocurrieron fue empezar una campaña para juntar fondos y así tomar clases de ballet privadas. Alrededor de 700 personas aportaron con ella, y llegó a recaudar alrededor de 7 mil dólares.

 

 

 

LisaMareeWilliams/HuffingtonPost

 

“Me parece genial e increíble como las ballerinas nunca muestran dolor” indica “Podemos sangrar en los zapatos y nunca mostrar dolor“. Su perseverancia y pasión fueron inspiradas por su ídolos, la bailarina de ballet Misty Copeland y por la deportista musulmana que también usa un hiyab, Amna Al Haddad. Ahora ella desea servir de inspiración para muchas niñas y que jamás abandonen su sueño ante el primer NO.

 

Las siguientes fotografías fueron tomadas en el estudio de baile de Sidney, Australia, y muestran el desenvolvimiento y gracia que tiene esta adolescente para realizar lo que más le gusta, Stephanie muestra una gran satisfacción por no dejarse vencer; y eso le ganado ser considerada como la primera bailarina de ballet profesional en usar un hiyab.

 

 

LisaMareeWilliams/HuffingtonPost

 

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Esta adolescente es un claro ejemplo de perseverancia, que nos demuestra a todos que luchar por nuestros sueños realmente vale la pena. Como el caso del siguiente link: La emotiva historia de una niña sorda que sueña con ser bailarina.