¿Cómo debe cobrar un diseñador?

Dedicarse profesionalmente al diseño es ir por un camino lleno de creatividad, sueños, imaginación y desarrollo artístico, combinado con gran destreza y empeño, realizando desde logotipos para marcas hasta complejos dibujos digitalizados que pueden aparecer en portadas de revistas o libros. A lo largo del camino, un ilustrador irá desarrollando su potencial en diferentes técnicas y métodos que le ayudarán a crear un estilo propio, y por lo tanto, a obtener una remuneración digna de todo un profesional. Sin embargo, para llegar a esto, primero se han de atravesar etapas de mucha práctica y constancia en las que se deben tener en cuenta ciertos criterios para determinar cuánto cobrar por cada diseño:

1.- Tipo de diseño

No es lo mismo crear al 100% una ilustración que calcar sobre una imagen de referencia, puesto que esto mide el nivel de creatividad y dedicación que un ilustrador pone sobre su trabajo.

2.- Cantidad de diseños

Este es otro aspecto que influye en cuánto hay que cobrar, puesto que, si son muchos los que solicita el cliente, se pueden hacer ajustes en los precios que sean justos para ambos.

3.- Tiempo que se necesita para realizar el diseño

El tiempo que toma hacer el diseño también es un importante factor para definir el monto del pago: Un diseñador profesional puede cobrar entre $15.00 y $20.00 la hora de trabajo. Hay que tener en cuenta, asimismo, que un ilustrador experto, al tener mucha más práctica, se demora 5 veces menos que un principiante.

4.- Experiencia dentro del mercado

El nivel de las habilidades y reconocimiento profesional de un diseñador le da la potestad de poder subir sus tarifas de acuerdo al promedio en el mercado. Si se trata de un diseñador que recién está empezando, por lo tanto, es lo normal cobrar montos que se adecuen a la oferta y demanda actual. Sin embargo, el factor medio siempre puede ser una buena herramienta para negociar: Por ejemplo, si crees que un trabajo costaría mínimo S/.50.00 y máximo S/.100, algo justo sería cobrar S/.75.00.

5.- Cantidad de cambios

Algo que sucede muy de vez en cuando a la hora de diseñar es que el cliente pida cambios una vez que se le haya entregado ya el producto final. Y a veces, pese a que los cambios ya realizados, estos siguen algunos más. Por lo tanto, un diseñador siempre debe, primero, tener bien en claro cuál es el objetivo de su cliente y segundo, hacerles presente que un significativo número de cambios implicaría un aumento en la tarifa inicial. Sin embargo, este aumento debe ser de preferencia flexible, para así evitar perder la fidelidad del cliente, sin abusar del exceso, para evitar que ellos se acostumbren a una inconsciente mala práctica dentro del servicio.

6.- Tipo de contrato

Si se trata de un trabajo único, es recomendable hacer un contrato por correo electrónico en el que se deje en claro el servicio que se brindará. Se debe tener en cuenta, no obstante, que muchas veces el formalismo puede asustar al cliente, principalmente si el proyecto es pequeño. De igual manera, si el trabajo es constante, siempre es mejor aclarar cuál es el tipo de servicio que se va a brindar y cuáles son las responsabilidades asignadas: A mayor responsabilidad, mayor costo.

 

Para concluir, todos, nos dediquemos a lo que nos dediquemos, debemos ser valorar y hacer valorar nuestro trabajo y por ello, aceptar una suma de dinero que vaya de acuerdo a nuestras aptitudes y profesionalismo en lo que hacemos. A mayor empeño y constancia, siempre habrá mejores resultados.

 

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