Todo lo que necesitas saber acerca de los rebotadores de Luz
En cada fotografía que realizamos, analizamos cada uno de los aspectos que necesitamos para conseguir trasmitir nuestro mensaje. Para esto, se necesita contar con el equipo necesario, uno de esos accesorios que puede cambiar totalmente el resultado son: los rebotadores de luz.
Como todos sabemos, el uso de una buena iluminación es fundamental en la fotografía. Gracias e ella, podemos capturar grandes imágenes. No solo la podemos posicionar, sino que también podemos controlarla a través de los rebotadores de luz, los cuales complementan nuestra iluminación.
Por eso, acá te explicaremos todo lo que debes saber acerca de este accesorio fotográfico. Conocer cuáles son los diferentes tipos que hay en el mercado y cómo se usan correctamente.
Primer paso: ¿Qué es un rebotador de luz?
Es una herramienta muy usada en el mundo fotográfico. Como su mismo nombre, su objetivo es hacer rebotar la luz, consiguiendo así una distribución más uniforme. Un rebotador nos permite tener control sobre la luz principal. Lo que conseguimos es que ésta salga más difusa y no recaiga directamente sobre el sujeto.
Con este accesorio, podemos obtener sombras más sutiles y favorecedoras. El rebotador no solo sirve para producir una iluminación más homogénea, sino que también consigue proyectar una luminosidad en los ojos del sujeto que estamos fotografiando.
¿Cuáles son los tipos de rebotadores que existen en el mercado?
En la actualidad, existen diferentes tipos de rebotadores, los cuales se diferencian por su tamaño y color. Los que se clasifican por su tamaño, son los que tienen medidas estándares. Éstos generalmente tienen forma circular, con la que podemos guiar el brillo hacia el rostro o cuerpo del sujeto. También, tenemos los que tienen un tamaño más grande, éstos por lo general tienen una forma rectangular. Y tienen aproximadamente la altura de una persona. Este tamaño es ideal para distribuir la luminosidad por todo el cuerpo del sujeto.
Los que se clasifican por tonos, son los que influyen directamente en la imagen que queremos trasmitir en nuestras fotos. Los colores que decidas usar dependerán del efecto que quieras conseguir imprimirle a tus fotos. Cuando estamos usando un equipo de iluminación, tenemos que elegir entre luces cálidas o frías según el mensaje que busquemos.
Las luces cálidas son las de bombilla, por lo general son de color amarillo. Por el contrario, las luces frías usan un color blanco. El tono del rebotador dependerá de la temperatura de la iluminación (cálida o fría) con la que vayas a fotografiar.
Veamos que efectos conseguimos con el rebotador de luz
Translucidos o transparentes: en el caso este rebotador, se caracteriza por su transparencia. Éste deja pasar la luz a través de su superficie, por lo que genera un brillo difuso. Este rebotador se ubica justo en dirección de la luz principal. Con esto buscamos generar efectos sobre el sujeto.
Los de color blanco: debido a su tono blanco, crea un aspecto bastante natural. Esto se debe a que el tono blanco amplía la exposición de la luminosidad. Debido al efecto que se obtiene, son muy recomendadas para planos medios, planos cortos o planos a detalle. Así, mantendremos una esencia natural.
Las de color dorado: podemos imprimir calidad en nuestras capturas. Conseguimos que luminiscencia que tengamos se refleje en el tono amarillo, por lo que nos da una temperatura mucho más cálida.
Las de color plateado: Con su tono neutro mantenemos la temperatura fría. Esto nos da un efecto de sombras pocas difusas, ya que refleja una luz dura. Es por eso que no son muy recomendados para retratos, porque no es muy favorecedor para las pieles.
Color negro bloque: con el tono negro bloqueamos la iluminación principal, y permite que ingrese el brillo desde otras direcciones. Al no tener un brillo directo, mantenemos las sombras suaves, pero tendremos una imagen más opaca.
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